Relación Médico - Paciente

La relación médico – paciente debe ser de productividad para ambos lados.

El médico podrá seguir a cabalidad el curso de la enfermedad ya sea aguda u crónica. Y el paciente podrá buscar la solución y/o ayuda para su enfermedad.

El objetivo de este artículo es el de acabar con el mito de los médicos todopoderosos y del paciente que no tiene voz ni voto en un tema que es tan personal como el de su salud.

Vale la pena mencionar que muchos de estos problemas se dan por descuidos de ambas partes… tanto médicos como pacientes. El médico detrás de un escritorio, de blanco no es más que un simple mortal que independiente la experiencia que tenga, fue la persona que entregó su vida ya sea por vocación o interés en el estudio de la medicina. Una ciencia para nada fácil ni con leyes ya determinadas puesto que cada día se descubre la cura de una enfermedad o se encuentra una nueva enfermedad. 

El paciente, persona doliente y que aqueja un dolor, puede ser instruido como no serlo, persona que deposita su confianza, su cuerpo en este ser, ser… detrás de un escritorio.

No abogo por ningún hecho en específico, sino en el de mejorarle a usted su visita al médico para que sea provechosa para usted mismo.

Dentro la historia de la medicina, tenemos los inicios en épocas de la Grecia clásica, donde surgen los primeros nombres de personas que en su modo fueron responsables del cuidado de los demás. Entre ellas el conocido Hipócrates, para muchos el padre de la medicina.

Pero hay una particularidad que no se puede dejar de lado y no es el hecho de tecnología y conocimientos científicos, hablando de una época que cuando el paciente tenía fiebre, este fenómeno se lo justificaba como un castigo de los dioses. Hoy en día se sabe y es de conocimiento general que son mecanismos de defensa del organismo y se produce como consecuencia de una infección o proceso inflamatorio. Estos en aquel entonces vivían codo a codo con la enfermedad de sus pacientes. 

La relación médico paciente no debe ser interpretada como el interrogatorio que ya todos conocemos, la anamnesis. Sino en la química, confianza, el acuerdo de unión entre dos personas que cumplen un determinado papel en una determinada ocasión. Pues yo como médico me ayuda bastante que usted confíe en mí como yo confiar en usted.

Podríamos describirlo como: ayúdeme a ayudarlo.

Esto tiene un hecho que se ha incrementado con el pasar del tiempo y es la de al constituirse la medicina científica, más centrada en la enfermedad y en los medios diagnósticos y terapéuticos, que en el mismo paciente,  se incrementó la distancia del paciente respecto del médico.

Para esto amigos lectores se debe trabajar en ambas partes…

Empecemos…

El paciente

Es un ser que en el lenguaje común es atendido por un médico, en este rol es quien aqueja o sufre diversos síntomas.
La necesidad del médico está sujeta a la gravedad de la enfermedad

         En enfermedades recientes, poco graves, la relación es transitoria y superficial.

         En enfermedades recientes, graves, los mecanismos afectivos se exacerban y adquieren gran importancia.

         En enfermedades crónicas las acciones psicológicas del médico tienen un papel fundamental.

         En enfermedades de curación dolorosa o improbable, los aspectos psicológicos toman un peso mayor.

         En enfermedades terminales, el componente emocional adquiere mucha importancia.

Independiente este sea una triste verdad se debe entender otro suceso muy particular que ha  estado en  desarrollo muy creciente con el tiempo. Y es la denominada era del Dr. Google.

No es más, que el mal manejo de información por parte del paciente donde él mismo interpreta de forma errónea y quizás hasta extremista su caso con lo que lee…
Muchas personas acuden también a la consulta con un objetivo distinto.  Es el hecho del paciente que conoce su enfermedad y por poca interpretación no logra discriminar la gravedad de su enfermedad, pudiendo ser ésta grave y he interpretada como leve como viceversa.

Otro caso más frecuente aún es el hecho de pacientes que van al consultorio con el diagnóstico y el tratamiento a discutir de igual a igual con el galeno, sin tener en cuenta que millones de enfermedades tienen síntomas comunes  y no existe una única receta para cada enfermedad.
Esta distinción sólo puede hacerse mediante el criterio médico, que no es más que la aplicación del conocimiento junto con la experiencia individual.

Entienda usted como paciente que no es un algo que puede ser categorizado en un criterio y ser manejado por igual.

Siempre maneje el lema: cada resfriado es distinto de una persona a otra.

Si usted acude a un consultorio por ayuda con una predisposición cerrada, lo más probable es que se encuentre también con una predisposición cerrada para ayudarle. Si acude al consultorio con una información muy pobremente interpretada sencillamente va a entorpecer su conducta hacia la mejoría y también obstaculizar la relación médico paciente.
Los profesionales de la salud definen esto como Cibercondría y su concepto es:

Trastorno mediante el cual el afectado por alguna enfermedad o dolencia se deja guiar o sigue un tratamiento indicado en alguna página web sin consejo o guía de algún médico.


El médico

Se denomina como aquel profesional de salud el cual ejerce la medicina e intenta mantener y recuperar la salud humana mediante el estudio, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad o lesión del paciente.
Su actitud debe ser de apego y socorro, consuelo y alivio.
Independiente éste cuente en su ambiente con la tecnología de punta. Este no debe olvidar jamás que "La entrevista médica es el instrumento más poderoso, sensible y versátil de que dispone el médico" A pesar del despliegue y énfasis que se hace en las modernas tecnologías, todo médico sabe que ninguna de ellas puede sustituir el diálogo con el paciente.

¿Cómo se consigue ese diálogo?

Con humildad y respeto hacia un tercero que acude a nosotros por su socorro. Por más insignificante sea su dolencia, malestar o enfermedad… siempre para el paciente será grave y por ende debe ser tomado en cuenta y darle el valor que se merece.
Recordemos que no es algo sino ALGUIEN.

Se debe considerar un hecho, que el paciente tiene todo el derecho de ser informado de su enfermedad y en esta ser educado. 

El facilitar el uso de sus propias palabras para expresar sus quejas, y a la vez sostener un diálogo sin entrar en tecnicismos avanzados. Dentro de éste utilizar un lenguaje no verbal como ser: mirar a los ojos, prestar atención a sus palabras, dejar que se exprese sin nosotros perder el hilo del diagnóstico.

Explorar el impacto de la enfermedad en la vida del paciente, aclarar dudas o preguntas.
Si hay discrepancias:

                             - Explorar por qué y en qué cosas hay discrepancias.


                             - Intentar llegar a un acuerdo.

Motivarlo a formar parte de su solución e integrar y consolidar la relación médico paciente.

Comprobar retención de información que le hemos dado.

Aún para los médicos cuando nos enfermamos ir adonde otro colega a que nos ayude nos sucede las mismas cosas y en nuestro caso el nivel de integración de información es distinto pues estamos con nuestro igual par a par…

Si usted amigo lector está en el rol de paciente y no se siente cómodo por una desatención de su médico o profesional de salud, tiene el derecho y la libertad de dirigirse con el que usted se sienta cómodo. Aún así si la información dada no le es de su total satisfacción tiene toda la libertad de pedir una segunda opinión.

Recuerde… Su salud es importante para usted, su familia y para sus seres queridos. La salud no es un juego.


Gracias.

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